El temario propuesto contiene la formación integral en técnicas defensivas con armas, el tiro con fusil de asalto y los primeros auxilios tácticos; todo ello aderezado con un exigente trabajo físico basado en el concepto de entrenamiento físico funcional.

El Agente se prepara a través de este curso para hacer frente a ataques sorpresivos sobre su persona o terceros, emplear la fuerza en la medida necesaria y atender a los posibles heridos, incluidos él mismo, derivados de tales ataques.

¿Es el fusil de asalto la solución a los escenarios actuales?

El primer día de tiro se hizo una charla – coloquio sobre la cuestión que titula este apartado. Las opiniones fueron variadas, pero todas coincidían en que adquirir fusiles de asalto para la policía, sea cual sea el Cuerpo, es un paso adelante en dotar de capacidades para poder desenvolverse en los escenarios más actuales de terrorismo, pero el hecho de estas adquisiciones no es suficiente y prácticamente no conduce a nada sin la formación adecuada. Y es que el fusil de asalto es una herramienta nueva para algunos cuerpos policiales de nuestro país y la formación no sólo pasa por tener un manual de funcionamiento combinado y despiece del mismo, sino por el conocimiento y entrenamiento del empleo táctico y técnico.

Desde este punto de vista y partida se inició el entrenamiento en tiro que abarcó desde los fundamentos básicos del tiro hasta el trabajo en condición de herido, pasando progresivamente por el ritmo del tiro, las manipulaciones básicas y las salidas de la línea de ataque del agresor, creando un verdadera formación de tiro defensivo con arma larga.

Se hizo especial hincapié en la seguridad con armas para trabajar con heridos, entrenando de manera exhaustiva las transiciones de arma larga a manos vacías para atender al compañero herido de manera segura para evitar heridos adicionales, tal y como marcan los protocolos de las directrices TCCC.

Primeros Auxilios Tácticos:

Basándose en las directrices de la formación LEFR TCC se desarrolló toda la parte teórica y práctica de los Primeros Auxilios Tácticos, con el objetivo de formar a los alumnos como unos excelentes primeros intervinientes en entornos tácticos.

Desde hace ya unos años, y cada vez más, NO se contempla llevar a los enfermeros y médicos civiles hasta el lugar donde se haya producido el ataque, puesto que podría ponérseles en peligro de manera innecesaria. Los equipos policiales tácticos y especializados deben tener todos sus miembros formados como primer interviniente, de manera que sean capaces de asistirse a ellos mismos o a terceros mediante técnicas básicas no invasivas.

De esta manera se trabajan los Primeros Auxilios Tácticos mediante fases, desde el contacto con la fuerza hostil, su neutralización, creación de nidos de heridos, atención primaria a las bajas y extracción hasta una zona libre de peligro donde se encuentra el personal facultativo para dar el inicio del tratamiento definitivo para salvar una vida.

Formación Física Funcional:

El mejor pegamento para mantener conectadas las áreas de trabajo anteriormente descritas, la mejor manera de refinar las habilidades, es mediante el duro entrenamiento en Formación Física Funcional. Un entrenamiento físico enfocado a profesionales de la seguridad, Agentes de la Autoridad, militares y personal de emergencias.

Por ello el curso ha sido exigente físicamente, buscando mostrar la manera en que nuestro cuerpo debe educarse. Un cuerpo físicamente capaz de combatir, albergará una mente mucho más difícil de estresar y esto a su vez, dará paso a que el Guerrero fluya.

Ejercicios y escenarios tácticos:

Se creó un escenario final para gestionar por los grupos establecidos desde el primer día, que servía como colofón y puesta en práctica de todos los conceptos y técnicas asimiladas durante la semana. Fue un escenario caótico y de difícil resolución que sacó lo mejor de los equipos, con sus jefes liderando y sus miembros formando parte con un fin común en mente.

Los ejercicios nos ayudan a tecnificar, ya bien sean de tiro, de técnicas defensivas o de colocación de torniquete. La tecnificación es fundamental para una ejecución y refinamiento de las habilidades, sobretodo motoras, pero quedarse en la zona de confort ejecutando ejercicios sin ponerlos en un contexto, puede no ser suficiente. Hay que crear escenarios con contexto, donde aplicar lo tecnificado, con fuego real o en seco, pero que exijan trabajar más allá de las habilidades motoras..

Entrenamiento aplicado a ejercicios es igual a fracaso, ya que no se sale de la zona de confort y no se entrena en el realismo.

Entrenamiento aplicado a situaciones tácticas es igual a realismo, a aumentar las posibilidades de éxito, es igual a entrenar hasta encontrar el fallo. Entrenar hasta el fallo es El Camino.

Conclusiones:

Nos quedamos con las palabras de cada uno de los asistentes al curso del debriefing final, tomamos nota de todo lo que podamos hacer por mejorar y agradecemos a todos su predisposición, su paciencia por las horas bajo el sol y su trabajo individual y como equipos. Ha habido buenos líderes que han llevado al equipo a la interdependencia a lo largo de una semana, sin haber trabajado antes juntos, lo que demuestra profesionalidad.

El Batallón de Policía Militar Nº1 está completamente enfocado en la formación de calidad de sus hombres, en dotarles del mejor material y en ser una herramienta muy valiosa para el Ejército y la sociedad.

Enhorabuena a todos y gracias por esta semana.