Actualmente en el mundo tan agitado que vivimos, globalizado en su mayoría, el individuo civilizado siente la necesidad de encontrarse con el medio natural, para evadirse del estrés diario de las ciudades en busca de aventura y riesgo.

Esta necesidad se satisface en parte por el deporte, y que este último, en lo esencial de sus modalidades, se orienta hacia una práctica en medio natural. Así los deportes de montaña, aéreos y acuáticos (esquí travesía, alpinismo, parapente, paracaidismo, descenso de cañones, aguas bravas, kayak…) se van haciendo cada vez mas técnicos y populares.

Hacen correr a quienes los practican unos riesgos físicos cada vez más característicos, sin contar las proezas de todo tipo que ya se han cobrado víctimas.

La vida  cotidiana nos habitúa a todos a una falsa seguridad, después resulta que el día menos pensado, a menudo  sin comprender el porqué, descubrimos que nos hemos metido en una situación desagradable de la que podemos salir contando solo con nosotros mismos; por lo general cuando nos enfrentamos a un adversario natural.

Entonces sin adaptación, la vida protegida que creíamos poseer todos los días se convierte en supervivencia: puede ser tal vez una ola excepcional del frío que invade el paso haciendo reventar las canalizaciones del agua, bloqueando las carreteras y cortando la electricidad; es quizás el viaje organizado al extranjero lo que hace pasar repentinamente de la despreocupación de una vida asegurada en el seno de un grupo, bien dirigido por un acompañante profesional, a la angustia debida a la soledad porque han quedado aislados; es tal vez la salida entusiasmada sobre una tabla de navegación o vela lo qué va llevando a alta mar; quizás es un recorrido por la montaña lo que se torna un drama, porque habíamos olvidado que cualquier accidente es fruto de una causa tonta…

En pocas palabras, cuando más se utiliza la naturaleza como patio de recreo o como campo donde satisfacer nuestras imaginaciones aventureras, tanto más corremos el riesgo de encontrarnos, un día u otro, en situaciones de supervivencia.

He aquí porque la supervivencia interesa en la actualidad a tanta gente. Existen, y cada día son más numerosos, los cursillos programas televisivos  sobre supervivencia. Por el contrario este tipo de programas también hacen que el mundo civilizado sienta más atracción por el medio natural y a realizar proezas arriesgadas.

Desde Escuela 3 armas os traemos todas aquellas actividades relacionadas con  situaciones en las que los profesionales armados puedan desarrollar sus actividades de servir y proteger. En este caso el medio natural donde se pueden desarrollar nuestras misiones profesionales, exige tener conocimientos técnicos de los mismos para evitar ser sorprendidos.

Muchas personas atacan al mar, yo le hago el amor.

Jaques Cousteau

Oficial naval francés, explorador e investigador.

El medio natural:

El mar es uno de los ambientes más exigentes, viene condicionado por la climatología.  Se nos presentan fundamentalmente tres aspectos extremos: la hipotermia, la insolación, y la deshidratación.

Climatología:

El clima viene condicionado por el tipo de mar u océano donde estemos navegando; otro aspecto importante son las corrientes marinas reinantes en la zona de navegación. Cuando vayamos a planificar una navegación deberemos tener en cuenta los siguientes aspectos: previsión meteo para los días de navegación, temperaturas del agua y corrientes marina. Estos datos condicionarán el equipo que deberemos llevar.

Equipo:

– 4 bengalas-cohete con paracaídas, 2 botes de humo para agua.

– 5 litros agua dulce (en bolsas aluminizadas de 500 ml).

– 25 pastillas preparadas energéticas (500 gr. cada una).

– 1 achicador, 2 esponjas.

– 1 heliógrafo, 1 silbato.

– 1 Kit. de reparación pinchazos (parches y conos obturadores).

– 1 linterna (2 pilas y 1 una bombilla de repuesto).

– Biodramina  (6 pastillas por persona).

– 1 Kit. de pesca, raciones de comida.

– 2 mantas térmicas, sacos dormir o similar.

– 2 espadillas.

– poncho o similar.

-GPS.

«…cuando se utiliza la naturaleza como patio de recreo o como campo donde satisfacer nuestras imaginaciones aventureras, tanto más corremos el riesgo de encontrarnos en situaciones de supervivencia.«

Técnicas de navegación marítima:

Las técnicas de navegación exigen de cursos formativos en estas materias. Para ello podemos clasificar los medios que pueden usar los profesionales como el desplazamiento subacuático, la boga o remo, o uso de embarcaciones a motor. Estos cursos deben de ser dirigidos por profesionales en estas materias.

Dentro de la embarcación deberemos nombrar a un líder que será el encargado de: Repartir responsabilidades (pesca, racionamiento de agua y alimentos, serviola, etc.) entre los ocupantes de la balsa, tratando de mantener al personal ocupado.

En el próximo post hablaremos sobre refugios, alimentación y primeros auxilios en este complicado medio.

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