Las escopeta (parte II): Recargando!!
Arturo Mariscal
Socio colaborador
Podemos diferenciar dos tipos de recargas:
– Recarga reactiva, de emergencia, de urgencia, etc. Como se quiera llamar, pero siempre es el mismo nombre para la misma acción: arma vacía y necesito colocarla de nuevo en funcionamiento.
– Recarga a voluntad, táctica, proactiva, etc. Sencillo. Hago un número de disparos y no se vacía el arma, pero decido recargar para mantenerla al 100% de capacidad.
El sable largo le parece pesado e inmanejable a todo el mundo al principio, pero cualquier cosa es así cuando se empieza
Recarga reactiva:
Tras una serie de disparos el arma se vacía y debemos recargarla porque necesitamos reanudar los disparos o porque prevemos necesitar reanudarlos, por lo que vamos a emplear la misma técnica para recargar que vamos a emplear en la puesta en funcionamiento inicial: un solo modo para dos situaciones diferentes. Aquí variará si tenemos una escopeta semiautomática o repetidora manual.
En ambos tipos de armas tan solo la retiramos del hombro y la llevamos a una posición horizontal y dirigida a la amenaza; además bloqueamos la culata entre el cuerpo y el antebrazo (imagen) para:
– Dotarla de estabilidad.
– Mantenerla orientada a la amenaza, con lo que si tras introducir el cartucho en la recámara se debe disparar, se puede hacer.
– Tener una visión clara de la ventana de expulsión si es necesario para, en el caso de necesitarlo, no perder tiempo buscando donde colocar el cartucho.
– El cartucho que introduzco nunca se caerá al suelo ya que se introduce directamente en el interior del arma (en la recámara o en la rampa que lo va a llevar a ella), queda dentro del arma sí o sí. Si esto lo hiciese con el arma en posición vertical y no lateral el cartucho puede caer al suelo perdiéndose.
– Me permite manipular con la mano de apoyo (recordamos, la que no acciona el disparador) la munición y los diferentes sistemas del arma: accionar guardamanos y corredera, botones de cierre, etc.
En esta posición y con la ventana hacia arriba, se toma con la mano de apoyo un cartucho de nuestro portacartuchos para este fin (recargas de emergencia, en mi caso es el dispuesto en la escopeta) y se introduce a través de la ventana de alimentación; tan sólo se deja caer dentro, no hace falta inclinar el arma ni llevarlo a la recámara.
En el caso de un arma repetidora manual, esta misma mano de apoyo avanza hacia delante para sujetar el guardamanos y tirar de él hacia delante para accionar el cierre e introducir el cartucho en la recámara.
En el caso de una escopeta semiautomática habrá que presionar un botón o tecla, como es el caso de la mía, para accionar automáticamente el cierre. En ambos casos el arma puede realizar ese disparo si es necesaria una respuesta inmediata y súbita. Esta es, también, la forma de situar un cartucho en recámara en la puesta en funcionamiento inicial de la escopeta.
Si nos fijamos en la secuencia de imágenes y en otra anterior, en mi portacartuchos para emergencia hay cartuchos invertidos respecto de los otros; también tomo de él un cartucho que tiene el culote hacia arriba. Esos son los destinados a la recámara. Si nos fijamos en la secuencia y la llevamos a la memoria y la imaginamos, al hacerlo así no requiere manipulación alguna para introducirlo: tan solo se coge y se gira el arma para ofrecer la ventana y que se puede depositar directamente dentro.
«…vamos a emplear la misma técnica para recargar que vamos a emplear en la puesta en funcionamiento inicial.»
A continuación llevo mi arma a mi zona de manipulación para llenar el depósito. El arma se coloca en posición elevada de modo que la ventana de alimentación queda sensiblemente centrada en mi campo de visión (en una imagen anterior podemos verla en esta ZM).
En ambos tipos de arma sólo se debe tomar el cartucho a introducir para llevarlo a la ventana de alimentación y presionarlo hacia dentro con fuerza de modo que siempre tengamos la certeza que ha quedado introducido. Si vemos la secuencia adyacente, tomo un cartucho diferente al anterior (culote hacia abajo) con lo cual evito nuevamente tener que manipularlo.
Existen otro tipo de sistemas de carga (“speed loaders”) que permiten tomar en una mano hasta 5 cartuchos de una vez para ir introduciéndolos en el depósito uno tras otro. La experiencia dice que con nervios, estrés, guantes, movimiento, etc., no son compatibles: mejor de uno en uno y lo más rápido que puedas hacerlo.
En el próximo post hablaremos de cómo descargar nuestra escopeta.
Ray Ruiz ya tiene una foto con la escopeta de arturo, ¿a qué esperas para conseguir hacerte la tuya?
La escopeta (Parte I)
Configuración y manejo sencillo
La escopeta (Parte III)
Recargando y descargando a voluntad
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