Muchas personas atacan al mar, yo le hago el amor.

Jaques Cousteau

Oficial naval francés, explorador e investigador.

Refugios:

En condiciones de bajas temperaturas debemos juntarnos unos contra otros para minimizar la pérdida de calor corporal, de forma especial en la cabeza, cuello, costados e ingles. Como medidas generales para combatir el frío se recomienda adoptar las siguientes premisas:

Mantener la ropa todo lo seca que se pueda, evitando cualquier humedad (sudor, agua, salpicaduras).

Realizar ejercicio físico de forma moderada.

Ingerir alimento y mantenerse hidratado.

Durante el día  no permanecer bajo la acción directa de los rayos solares, llevar puesto el mínimo de ropa y humedecerla con agua de mar.

Si nuestra embarcación no dispone de cubiertas, deberemos improvisarlas con los medios de los que dispongamos.

«Además de las raciones de supervivencia, el naúfrago puede conseguir alimento del entorno que le rodea: todas las aves y peces son comestibles…»

Agua:

El agua disponible debe administrarse en dosis diarias de 500 ml (en cinco tomas de 100 ml), aumentables hasta 750 ml si se dispone de abundante agua de lluvia. Cuando sólo queden 300 ml por persona, utilizarla solamente para mojarse los labios o tomar un pequeño sorbo. La necesidad de agua vendrá determinada por la cantidad (en ayunas se come menos) y el tipo de alimento.

Por eso la ración de supervivencia tiene un elevado contenido de azúcares e hidratos de carbono. Ya que las proteínas aumentan la pérdida de agua a través de la orina,  se recomienda evitar alimentos con alto contenido en proteínas.

En climas cálidos un persona puede subsistir con un aporte diario de unos 120 gr. de azúcares y grasas, no así en climas fríos donde se recomienda ingerir 120 gr. cada 2 horas para combatir los efectos de las bajas temperaturas.

NUNCA beber agua de mar, que además de aumentar la secreción de orina, ocasiona vómitos y diarrea. Aparte de los pertrechos, se puede recoger la que se produce por condensación dentro del habitáculo o bien la del rocío o la lluvia, utilizando los colectores existentes en la capota de la balsa. También puede conseguirse agua exprimiendo los peces capturados (es necesario un exprimidor).

Alimentación:

El alimento es un factor menos determinante que el agua, dado que el tiempo de supervivencia sin comida (pero con agua) puede ser de hasta 30 días. La aparición del mal aliento en los náufragos se debe al descenso del nivel de glucosa en la sangre.

Al igual que con el agua, se recomienda fraccionar la ingestión de alimentos en varias tomas diarias e intentar no comer nada durante las primeras 24 horas de permanencia en la balsa.

Además de las raciones de supervivencia, el náufrago puede conseguir alimento del entorno que le rodea: todas las aves y peces de alta mar son comestibles (evitar comer las vísceras y huevos de los peces), y el plancton acumulado en el ancla flotante, de aspecto gelatinoso, posee un alto valor nutritivo (no comerlo si tiene sabor amargo o picante).

Primeros Auxilios:

HIPOTERMIA: En el agua, la pérdida de calor es 25 veces más grande que en contacto con el aire. Procurar siempre permanecer fuera del agua para evitar enfriamiento de la temperatura corporal por debajo de 37.5 ºC, que puede causar la muerte.

Factores como la humedad, el agotamiento, la deshidratación o una vestimenta inadecuada (si aprieta demasiado impide la circulación) favorecen la hipotermina. Sus síntomas más evidentes son el escalofrío intenso y la pérdida de destreza manual.

MAREO: El mareo es peligroso para el náufrago ya que lo sume en un estado de postración y agotamiento en el cual resulta muy difícil realizar actividad alguna, y además el vómito aumenta la deshidratación y favorece la hipotermia. Si hay mala mar, tomar pastillas antimareo nada más subir a la balsa y cada seis horas.

QUEMADURAS DEBIDAS AL SOL: Para protegerse del sol se recomienda evitar la exposición directa, llevar siempre encima un mínimo de ropa (sobre todo prenda de cabeza), utilizar crema foto protectora y gafas de sol (evitar fijar la vista sobre los reflejos del sol en el agua).

Técnicas de señalización y rescate:

El líder debe de establecer una guardia de serviola, quien utilizará los elementos de señalización y trasmisión  de la balsa de acuerdo con los siguientes criterios:

TRANSMISORES: Los botes hinchables, balsas salvavidas e incluso algunos chalecos salvavidas personales, están en ocasiones equipados con transmisores que envían pitidos indicadores de la posición, aunque no suelen ser efectivos a distancias muy grandes. Muchos transmisores de radio de urgencia también son de alcance limitado.

SEÑALES PIROTECNICAS: Durante el día utilizaremos principalmente el bote de humo. Complementando primero las señales de radio u acústicas, una vez determinada la posición, complementamos con el bote de humo de día y con la bengala de noche.

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